La parroquia de Santo Tomé es la depositaria y titular de una de las obras cumbres del Greco: «El entierro del Señor de Orgaz». Por tanto, uno de los puntos de visita obligada en este esplendoroso «Año Greco» que está trayendo a Toledo a cientos de miles de visitante. Todo eso hacía necesario dar el mayor realce a esta iglesia emblemática. Primero han sido las obras que en los últimos meses han permitido remozar la fachada y los tejados, y ahora el regalo para la vista: la nueva iluminación artística de la torre.
Desde ayer, esta estructura mudéjar viste nuevas galas tras el acto de inauguración de las 36 luminarias de tecnología led de bajo consumo. Al mismo asistieron, entre otros, el obispo auxiliar, Ángel Fernández Collado; la presidenta regional, María Dolores de Cospedal; el presidente de la Fundación Iberdrola, Manuel Marín; el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, y el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, resaltó la belleza de la torre de Santo Tomé, un elemento patrimonial que a partir de ahora será «más que nunca faro de guía para quienes quieren visitar Toledo, cuna artística del Greco», quien pintó una de sus obras más famosas, «El entierro del Señor de Orgaz» precisamente en la iglesia de Santo Tomé.
Por su parte, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, agradeció la inversión de la Fundación Iberdrola y señaló que, con las intervenciones realizadas en la línea de mejorar la iluminación de los monumentos, «Toledo es una de las ciudades mejor iluminadas de España», si bien adelantó que se van a iluminar muchos monumentos más, entre los que citó dos paños de la muralla.
El presidente de la Fundación Iberdrola, Manuel Marín, resaltó que proyectos como el inaugurado ayer reflejan que «se puede vincular arte, cultura e historia con el concepto de la eficiencia energética». Marín precisó que la potencia lumínica instalada en toda la torre representa 2.100 vatios, es decir, «el consumo de dos microondas» o que iluminar la torre supone un gasto de treinta céntimos la hora.
